Este fin de semana recordaba la reflexión de la escritora gallega Marta Rivera, donde evidencia que la edad, independientemente del punto de vista con que lo hagamos, se convierte a menudo en una justificación cómoda, que evita la toma de grandes y audaces decisiones:
“Ya sé. Se tenga la edad que se tenga, los años son siempre un estorbo. Luisa se enfrentó a los ojos eternos de Cósimo Herrera. Al contrario. Son la excusa que usamos para no hacer aquellas cosas de las que no somos capaces”. Que veinte años no es nada, Marta Rivera de la Cruz
domingo, 19 de diciembre de 2010
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