Acabo de leer con no poca sorpresa los apuros por los que está pasando el Colegio Monteagudo, lugar donde trabajé cinco años. El motivo ha sido que UGT ha presentado un recurso ante la sala de lo contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) contra la orden de la Consejería de Educación por la que se aprueban y renuevan las ayudas a estos centros privados
Me consuelan las declaraciones del consejero Sotoca, quien se mostró firme en su convicción de que la Consejería de Educación debe preservar el derecho constitucional de los padres «a elegir libremente colegio conforme a sus convicciones morales y religiosas. El mantenimiento de las subvenciones a los centros que ofrecen educación diferenciada no es ilegal ni discriminatorio», sentenció el consejero.
Mucho ánimo a todos, seguro que imperará el sentido común que permitirá la libertad de los padres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario