miércoles, 23 de noviembre de 2011

Gracias Benedetti

Soledades Ellos tienen razón esa felicidad al menos con mayúscula no existe ah pero si existiera con minúscula sería semejante a nuestra breve presoledad después de la alegría viene la soledad después de la plenitud viene la soledad después del amor viene la soledad ya sé que es una pobre deformación pero lo cierto es que en ese durable minuto uno se siente solo en el mundo sin asideros sin pretextos sin abrazos sin rencores sin las cosas que unen o separan y en esa sola manera de estar solo ni siquiera uno se apiada de uno mismo los datos objetivos son como sigue hay diez centímetros de silencio entre tus manos y mis manos una frontera de palabras no dichas entre tus labios y mis labios y algo que brilla así de triste entre tus ojos y mis ojos claro que la soledad no viene sola si se mira por sobre el hombro mustio de nuestras soledades se verá un largo y compacto imposible un sencillo respeto por terceros o cuartos ese percance de ser buena gente después de la alegría después de la plenitud después del amor viene la soledad conforme pero qué vendrá después de la soledad a veces no me siento tan solo si imagino mejor dicho si sé que más allá de mi soledad y de la tuya otra vez estás vos aunque sea preguntándote a solas qué vendrá después de la soledad.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Thanks

Llevaba tiempo sin experimentarlo.
Madrid. Domingo. Tarde lluviosa otoñal.
Llegué como pude al coche, cerré la puerta y recobré el aliento. Quería saborear el instante eterno, recién vivido, que me había colapsado. Necesitaba rumiar esos segundos para poder balancearme en ellos cuando el horizonte vuelva a nublarse.
La esperanza que me inundó era indescriptible, fue una posesión pacífica que me embargó de una paz sobrecogedora.
Se marchó como siempre, sin hacer ruido, discreta y elegante, sus ojos transparentes reflejan la grandeza -casi angelical- que esconde en su interior.