Aquietó la desazón que me absorbía
Purificó mi memoria
herida por el pasado
Detuvo el presente
frenético que me colapsaba
Ahuyentó todos mis
temores
Engrandeció mis
expectativas futuras
Iluminó la oscuridad
de los recovecos nunca explorados
Aniquiló los abismos
de vileza en los que me refugié
Me devolvió a la
infancia que nunca conocí
Sólo en ella encontré
la plenitud anhelada
Contigo descubrí el
océano y huí de los charcos
Quizás te vayas pero
permanecerás siempre en el único paraíso que aún conservo: el recuerdo de tu
presencia.
¡Qué romántico, Matías! ¡Tienes que ir preparando la publicación de tus obras completas! ¡a saber la de poesías de amor que tendrás por ahí guardadas entre papeles! ;) (Firmado: "Mañana partidazo en Caravan")
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