miércoles, 13 de junio de 2012

Aquella presencia





Aquietó la desazón que me absorbía

Purificó mi memoria herida por el pasado

Detuvo el presente frenético que me colapsaba

Ahuyentó todos mis temores

Engrandeció mis expectativas futuras

Iluminó la oscuridad de los recovecos nunca explorados

Aniquiló los abismos de vileza en los que me refugié

Me devolvió a la infancia que nunca conocí

Sólo en ella encontré la plenitud anhelada

Contigo descubrí el océano y huí de los charcos



Quizás te vayas pero permanecerás siempre en el único paraíso que aún conservo: el recuerdo de tu presencia.

1 comentario:

  1. ¡Qué romántico, Matías! ¡Tienes que ir preparando la publicación de tus obras completas! ¡a saber la de poesías de amor que tendrás por ahí guardadas entre papeles! ;) (Firmado: "Mañana partidazo en Caravan")

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